Deja que los perros dormidos descansen, pero nunca dejes que los cachorros lloren.

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Actualizado: 27 de noviembre de 2022


Entre los perros criados en libertad, más del 50 % de los cachorros nunca abandonan su grupo familiar. De los que se van, la edad promedio a la que lo hacen es de unos 9 meses. Así pues, cuando los llevamos a casa a las 8 o 9 semanas, todavía son bebés que necesitan a su madre. Nuestro trabajo es convertirnos en esa madre para cuidarlos emocional y físicamente y crear un entorno que les permita crecer y florecer, y lo más importante, sentirse seguros.

Este es un gran compromiso, requiere entrega y sacrificios, y habrá momentos en que será difícil. Pero los beneficios que obtendremos al asegurarnos de que las necesidades de su cachorro estarán cubierta y que crezcerán sintiéndose felices y seguros hacen que valga la pena.

No dejes que lloren

Durante muchos años, el consejo que se daba a los nuevos padres de cachorros era llevar a su cachorro a casa, acostarlo en su cama esa noche (a menudo en una jaula en otra parte de la casa) e ignorar sus llantos. Esto, nos dijeron, evitaría 'recompensar' su comportamiento de 'llamada de atención' y derivaría en un cachorro que podría mamejar el quedarse solo. El mismo consejo se les dio a los padres de niños durante muchos años, y hoy en día muchas personas todavía lo hacen, tanto con bebés caninos como humanos.

¿Pero sabes que?

Se ha demostrado que los efectos de ignorar a los bebés (humanos o caninos) consigue el efecto contrario a enseñar independencia –permitir que un bebé se angustie repetidamente de esta manera daña su capacidad para establecer vínculos seguros a largo plazo, y es más probable que consiga niños pegajosos y exigentes, con una profunda sensación de inseguridad que puede permanecer con ellos durante el resto de sus vidas.

La ciencia nos ha enseñado que los cerebros de todos los mamíferos funcionan de manera bastante similar. Se han realizado muchas investigaciones sobre cerebros de mamíferos en ratas (¡lo siento, ratas!), y sabemos por esta investigación que hay un período en la etapa 'infantil' en el que el cuidado que recibe un animal tiene un impacto de por vida en su propensión a la ansiedad. Las ratas que fueron criadas y cuidadas por sus madres en sus primeros días (lo que se traduce en períodos más largos en los mamíferos más grandes que se desarrollan más lentamente) tenían "activados" los genes para controlar la ansiedad, mientras que las que no habían estado con sus madres nunca tuvieron estos genes activados, y sufrieron ansiedad durante el resto de su vida. Esto es algo que parece ser cierto en todos los ámbitos.

También sabemos que cuando un animal está excesivamente estresado, la respuesta del cuerpo se vuelve destructiva, impactando negativamente en el cerebro, las emociones, el sistema digestivo, el sistema inmunológico. El estrés excesivo simplemente no es bueno para nosotros.

Y sabemos que cuando un cachorro llora, su madre siempre responde. Todo esto tiene perfecto sentido desde una perspectiva evolutiva. ¡Los jóvenes llorones alertan a los depredadores de la presencia de jóvenes vulnerables y sabrosos! Los perros siempre hacen un estupendo trabajo criando cachorros, por lo que podríamos hacer cosas mucho peores que seguir su ejemplo.

¿Entonces, qué debemos hacer?

Los perros son durmientes sociales –encuentran seguridad en compañía y, sin ella, les cuesta obtener el sueño profundo que necesitan. Lo ideal es que tu cachorro duerma con un miembro de la familia. La mayoría de los cachorros duermen más y más profundamente cuando están contigo, por lo que es posible que la noche no sea tan disruptiva como esperabas.

Si tienes una habitación enmoquetada y te preocupa que tu cachorro se escape a la esquina para hacer pis (¡o algo peor!) durante la noche, una solución simple es bloquear las partes de la habitación que puedas y cubrir el resto con una sábana impermeable –por lo general, tienen algodón antideslizante en la parte superior y la parte inferior impermeable. Si no quieres al cachorro en tu cama, brindarle acceso a una superficie ligeramente elevada puede ayudarle a que se sienta más seguro y duerma más profundamente.

Si no quieres que tu perro esté en tu habitación para siempre, a medida que el cachorro crezca, puedes alejar gradualmente su cama de la tuya. Tener su cama justo al otro lado de la puerta con una puerta para perros en lugar de una puerta cerrada puede ser una buena solución provisional.

Si no pueden estar en el dormitorio, puede ser útil quedarse con ellos en otra estancia al principio. Luego puedes aumentar gradualmente el tiempo que se quedan en dicha estancia.

Saber cuándo están cansados

Los cachorros necesitan dormir mucho, ¡más de 20 horas al día! Pero los perros son durmientes polifásicos: duermen a tramos tanto durante el día como durante la noche.

La gente a menudo se preocupa porque sus cachorros duermen demasiado durante el día y se preguntan cómo esto afectará su sueño por la noche. Pero necesitan tanto sueño que es muy poco probable que esto suceda. De hecho, ¡privar a tu cachorro de sueño puede tener el efecto contrario! Los cachorros que están demasiado cansados pueden volverse hiperactivos e inquietos y les resulta difícil conciliar el sueño por la noche. Así pues, si están descansando durante el día, no te preocupes, puede que esto te ayude a dormir mejor por la noche.

Aquí hay algunas señales de que su cachorro puede estar cansado o demasiado cansado:

Si es demasiado temprano para que te vayas a la cama, si todos se sientan tranquilamente y dejan al cachorro tranquilo, probablemente se acostará y se dormirá. Ofrecerle un masticable comestible puede ayudarle a relajarse.

Comienzos tempranos

Los perros son por naturalez crepusculares, lo que significa que sus momentos más activos del día pueden ser el amanecer o el anochecer (muchas personas informan que sus cachorros tienen media hora de locura por la mañana y por la noche, y esta es la razón). Con el tiempo, se adaptan a nuestro ritmo de vida, pero esto es algo que aprenden con el tiempo, no de inmediato. ¡Ten paciencia si tu cachorro se levanta a las 5:30 y está listo para empezar el día!

¡Dejarlos salir para hacer un pis y luego animarlos a volver a la cama con un masticable puede hacerte ganar media hora más de sueño!

Otra opción es esparcir parte de su desayuno en el jardín con un doble propósito, cansarlos de una manera tranquila al involucrar sus cerebros olisqueando en busca de golosinas y ¡llenar sus estómagos! Olisquear también reduce las pulsaciones y, por tanto, es una actividad calmante. Es posible que descubras que están listos para otra siesta después del esfuerzo. Este también es un buen ejercicio para hacer por la noche antes de acostarse.

Prepararse para dormir

Manten todo en calma y en silencio antes de acostarte para que tu cachorro tenga el estado de ánimo adecuado para dormir. Recuerda que la adrenalina puede permanecer en el sistema durante 6 horas, por lo que mantenerlos tranquilos la mayor parte del tiempo posible es una buena idea. Déjalos salir para hacer un pis antes de acostarse. No retirar el agua –los cachorros pueden deshidratarse fácilmente y necesitan acceso al agua en todo momento. Si te preocupa el entrenamiento para hacer sus necesidades, ofrecerle comida húmeda puede significar que obtiene la mayor parte de los líquidos que necesita con las comidas y es menos probable que necesite agua durante el día y la noche, lo que hace que sea más fácil predecir cuándo debe ir al baño. Si a tu cachorro le cuesta calmarse, un juego de nariz tranquilo por la noche puede ayudarlo a tener un estado de ánimo más tranquilo. 

Consigue la rutina nocturna correcta y puedes estar seguro de que estarás aumentando las probabilidades de criar un cachorro feliz y sin estrés con un vínculo seguro y, con suerte, ¡dormirás mejor por la noche en el proceso!

Algunas personas se han puesto en contacto buscando referencias sobre lo anterior, ¡así que incluyo aquí algunas para quienes quieran leer más! Encontrarás más referencias relevantes dentro de estos artículos, que no he enumerado aquí por motivos de brevedad.

Referencias:

Pal et al, Dispersal behaviour of free-ranging dogs (Canis familiaris) in relation to age, sex, season and dispersal distance 

Liu, D. et al,  Maternal care, hippocampal glucocorticoid receptors, and hypothalamic-pituitary-adrenal responses to stress

https://www.psychologytoday.com/us/blog/moral-landscapes/201112/dangers-crying-it-out